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(tratar de) Dejar de Hablar en exceso, especialmente de temas personales; reducir el volumen con el que escucho música, mantener una sonrisa en la cara cuando recibo comentarios “brutalmente honestos” o simplemente arreglarme “demasiado” para una fiesta donde el resto del mundo (excepto yo) parece haber entendido que la palabra coctel es sinónimo de = ponte el primer trapo que encuentres (esto lo seguiré haciendo hasta el día de mi muerte, aunque desencaje); son algunas de las comportamientos que he tenido que entender y ajustar para adaptarme como inmigrante en un país nuevo.
Han sido, haciendo una evaluación objetiva y consciente, mas actitudes positivas que negativas las que he aprendido y por eso estoy eternamente agradecida. Ahora por ejemplo, no toco la corneta del carro!!, ni se me ocurriría intentar sobornar a un policía, reciclo la basura , tengo una AGENDA.. sí donde llevo mi vida entera y sin la que no puedo estar, y es esa dependencia la que me ha llevado a la reflexión de hoy de: cómo un nuevo país me ha cambiado tan radicalmente los métodos de organización.?
Cuando estaba en el universidad una de las cosas que recuerdo con mayor anhelo (además de la energía de mi cuerpo) era la espontaneidad con que se hacían todas las actividades que terminaban siendo las experiencias enriquecedoras de la vida, así por ejemplo, espontáneamente al salir de clases alguien decía: dónde nos reunimos, que hacemos? Para la casa de quién?; no teníamos que pensar siquiera en el plan de mañana, la cosa era el aquí y el ahora. Recuerdo además que después de esas salidas espontaneas, al día siguiente, era absolutamente natural llamar a mis amigas y preguntar: tienes comida para mí? Voy para tu casa ya!, así de fácil y simple.
Pero esto cambió, no soy la misma persona ni quiero serlo; después de 10 años en una país con una cultura radicalmente opuesta a la mía, donde la estructura es la base de la sociedad, he tenido que aprender a planificar, a organizar y sobre todo a respetar el tiempo ajeno y de la misma manera asumo que los demás respetaran el mío.
Soy de naturaleza impuntual, pero eso se ha tenido que acabar, porque o hago un esfuerzo por llegar a la hora o tendré que asumir la consecuencia de ser vetada socialmente (regla que se incumple entre latinos). Lo que antes me parecía divertidísimo al llegar a la casa de alguna amiga sin anunciame, ahora me parece una total y absoluta falta de respeto.
A riesgo de parecer radical (odio ser radical), no puedo entender por qué los latinos seguimos manteniendo practicas tan desagradables como llegar a una casa ajena sin avisar, ya sé que yo lo hacía siempre pero ahora NO, cambié, soy otra; así que amigos inmigrantes NO lo hagan, especialmente si es mi casa la que quieren invadir. Estamos en la era de la tecnología, hay millones de maneras de comunicarse para planificar o preguntar sobre mi disponibilidad para atenderte, tú no sabes si estoy desnuda en mi casa, si estoy planchándome el cabello, viendo GOT, si he tenido un día agotador y no me apetece ver a nadie , si no he comido y estoy convertida en un monstruo.. o si estoy en mi sarcófago recargando batería; en cualquier caso te aseguro que no quiero que llegues a mi hogar sin notificación previa, porque aunque eso me convierta en una persona desagradable, ya no soy la misma persona, me adapte y me gusta .
Hay cosas que en esencia jamás cambiaré de mi cultura pero a veces un proceso de adaptación nos hace aprender cosas tan maravillosas.
A todos mis amigos les aseguro, las puerta de mi hogar están abiertas para ustedes, siempre y cuando avisen; si no me informan con tiempo, me haré la loca y pretenderé que no estoy.
