¿Por Qué Continuar?
Todos los días me levanto mirando las redes social, puede ser una mala o buena costumbre, pero es lo que hago, veo mi teléfono y navego por Facebook, Instagram y (a veces) twitter; de ahí, hago el salto a algunos periódicos relevantes para ver como amanece el día: CNN, BBC, La patilla, y es en ese intervalo cuando mis personalidades múltiples afloran. En esos cortos 10 minutos, mi estado de ánimo fluctúa de la alegría natural con la que me levanto, hasta la tristeza filosófica del: ¿por qué Dios mío?
Después de esos 10 minutos, no sé cómo continuar, o quizá sí sé (porque lo hago) pero me siento confundida y perdida, no entiendo que está pasando, en que momento el mundo se convirtió en lugar tan hostil, desagradable, malvado; cuál es el detonante para que un ser humano ataque a una masa de personas, con un arma, o para que un grupo viole y masacre a unos niños y destruya poblaciones enteras, o por qué unas cúpulas de corruptos no les interesa exterminar un país. Que ha pasado en nuestra sociedad para que todos los días, sin excepción las noticias sean 90% negativas? ¿Han estado siempre ahí o solo son más visibles por el acceso a la información? cuestiono seriamente si la evolución y la multiplicación de la maldad es percepción o es una realidad, porque tengo la sensación que debido a ese sadismo humano que poseemos, decidimos dejar conscientemente las buenas noticias a un lado y concentrarnos en las malas, para sufrir.
A mí me afecta y me afecta mucho, me entristece ver el sufrimiento, porque me cuesta entender qué pasa por la cabeza de un ser humano para que de manera deliberada y premeditada quiera hacerle daño a otro; pero como soy afortunada y los mensaje divino me llegan en diferentes formas y colores, ante esa tristeza matutina, diariamente a las 6:45 escucho una estampida de búfalos, que bajan las escaleras, abren la puerta de mi habitación y gritan: KUKULUCU.. “mami despiertateeee” seguido por dos: “te amo mami” y la consiguiente carrera a un piso más abajo.. ahí empiezo a cambiar de idea otra vez y creer que puedo y debo continuar.
Es extraño y doloroso enfrentarse todos los días con lo “dañado” que esta el mundo, pero entiendo que no todo está perdido; hay tragedias diarias que simplemente no puedo cambiar, pero existen otros millones de pequeñas cosas que si dependen de mí, por eso continuo y en eso quiero concentrarme. Puedo llenar de amor a mi hogar, puedo pelear con los monstros que afectan negativamente mi matrimonio (creados por mí misma); puedo ejercitar mi paciencia para que mis hijos sean lo más felices posible, puedo dar amor a todo el que se acerque, siendo amable, ayudando con mis acciones a los que me rodean y me dan la oportunidad de hacerlo, o simplemente no jodiendo a nadie. Puedo intentar explicarles a mis hijos cada cena, de manera divertida, que vivir es bonito, que la diversidad es lo hace todo más divertido, que tener una mama marrón y padre blanco, hace niños con un color caramelo que dan ganas de comérselos; intento crear humanos buenos, amables y tolerantes que no jodan a los demás cuando puedan tener la oportunidad y sobre todo internar que esos pequeños crezcan sin convertirse en esos monstros que entristecen mi alma cada mañana.
Hace algunas semanas leí también estadísticas (para los que les gustan los números) que afirman que “es el momento histórico más seguro para vivir como ser humano”, no comprobé su veracidad, pero me gusto lo que vi y por eso lo comparto. Según ese post, en la actualidad hay 39% menos homicidios que en 1993; 69% menos víctimas por armas de fuego y solo la doceava parte de muertos por guerra a nivel mundial en relación a 1950. Los numero oficiales de la OMS también son positivos, y mucho, (eso si los comprobé) y señalan una disminución importante de mortalidad infantil y adulta por causa de enfermedades, mejor acceso a las medicinas básicas y según dice Unicef, se registra cada año un incremento positivo de la inserción escolar. Los avances médicos son impresionantes en los últimos 10 años, y también me he enterado que las clases de “soft skills” en busca de la felicidad, en universidades y cursos electivos se han triplicado, lo que me indica que hay un gran número de personas que tienen fe y están preocupados por ser mejores seres humanos. Esas son noticias que no vemos seguidos, que no venden, pero existen y hay que prestarles atención, por lo menos para tener un balance mental.
Mi locura emocional empieza todas las mañanas, pero agradezco a Dios las ganas infinitas de estar en este mundo y tener ganas de continuar, cada noche.